BOGOTÁ, Colombia — El futbolista colombiano del Liverpool Luis Díaz se reencontró este martes con su padre por primera vez desde que fue liberado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional luego de permanecer secuestrado por 12 días en una zona montañosa de Colombia.
Fotografías publicadas por la Federación Colombiana de Fútbol en su cuenta de X, antes Twitter, mostraron el momento en que el delantero y su padre, Luis Manuel Díaz Jiménez, se abrazaron visiblemente conmovidos.
Con el mensaje “¡Bienvenido a casa Luchooo!”, la Federación Colombiana de Fútbol anunció la llegada de Díaz a Barranquilla, donde el seleccionado colombiano jugará contra Brasil el jueves en la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo 2026.
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Los padres de Díaz fueron secuestrados a fines de octubre en Barrancas, un pequeño pueblo del departamento de La Guajira la noreste del país, cuando se encontraban en una gasolinera y fueron interceptados por hombres armados en motocicletas. Su madre, Cilenis Marulanda, recuperó la libertad horas después.
Díaz Jiménez fue liberado el jueves en inmediaciones de la Serranía del Perijá, una zona montañosa de difícil acceso en la frontera entre Colombia y Venezuela, de donde salió a bordo de un helicóptero con intermediarios de las Naciones Unidas y la iglesia Católica.
La autoría del secuestro fue reconocida por el ELN, sin embargo, habría usado una banda local llamada “Los primos” para raptar a los padres del futbolista. La Fiscalía capturó el fin de semana a cuatro de sus presuntos integrantes.
La liberación de Díaz Jiménez se produjo días después de que su hijo mostrara una camiseta con la frase “Libertad para papá” luego de anotar un gol para el Liverpool en un partido contra el Luton en la Liga Premier.
El delantero del Liverpool no sólo pidió la libertad para su padre, también de los otros secuestrados en Colombia.
El secuestro de Díaz Jiménez dejó las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y el ELN en un estado crítico y abrió el debate sobre la voluntad de diálogo de la guerrilla. El gobierno ha exigido que se comprometan a cesar los secuestros y liberen a quienes permanecen en cautiverio, un tema que será prioritario para la siguiente ronda de conversaciones.
El ELN, por su parte, justificó el domingo los secuestros como una manera de financiarse a la cual no habían renunciado en medio de las conversaciones de paz y aseguró que su organización “es pobre como la mayoría de los colombianos”.
El secuestro ha sido una práctica reiterada en el conflicto interno colombiano. Entre 1990 y 2018 fueron secuestradas 50,770 personas, según la Comisión de la Verdad —creada para esclarecer los hechos del conflicto armado interno— en su informe final. El ELN fue responsable de 9.538 de esos raptos.