Adrián Di Monte se convirtió este lunes en el ganador de La Isla: Desafío Extremo y con ello se lleva el gran premio de $200,000 que estuvo en juego y que fue el gran aliciente para que los participantes soportaran y se sobrepusieran a retos extenuantes.
Aun cuando a la última emisión del reality llegaron cuatro competidores: Natalia Alcocer, Guty Carrera, Adrián Di Monte y Hubert Riascos (Waka), fueron estos dos últimos quienes se batieron en el desafío final del que salió el campeón conquistador de La Isla.
De hecho, Adrián y Waka son los competidores que más veces llegaron a las pistas: entre los dos suman más de 600 participaciones y en el duelo final demostraron el por qué.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo San Antonio aquí.
En presencia de familiares y algunos amigos que se trasladaron a Turquía para animar a los suyos bajo un clima gélido, y en vivo y en directo para el mundo a través de Telemundo, los contendientes dieron lo máximo de sus posibilidades para intentar conjuntar habilidades con suerte y convertirse en el campeón, aunque solo Adrián lo logró.
Natalia, más conocida como "La Vikinga", fue la única mujer que llegó a la final y quedó en cuarto sitio; Guti Carrera obtuvo el tercero, y Waca, el segundo.
De esta manera, aunque a lo largo del camino algunos obtuvieron premios en efectivo, viajes y camionetas último modelo, los codiciados $200,000 fueron para el gran ganador.
Durante los tres meses en Turquía, los participantes recorrieron seis territorios a lo largo y ancho de ese mágico país, enfrentando dramas intensos y más de 150 retos agotadores, bajo la conducción de Javier Loza.
Adrián es un actor y cantante cubano que ha participado en series de Telemundo como ¿Quién es Quién? y la competencia de baile Así Se Baila. En La Isla Desafío Extremo se caracterizó como un estratega nato quien dio todo por su equipo, Los Tiburones. Sus alianzas y su ingenio en saber mover las fichas de sus compañeros y rivales lo hicieron terminar siendo el líder de su equipo. Con su apodo de el boyscout, y siempre con una sonrisa y buena disposición, Di Monte conquistó cada reto y cada desafío como todo un campeón.