Las 10 mejores canciones del año, seleccionadas por la crítica de música de The Associated Press Maria Sherman.
“A Bar Song (Tipsy)”, Shaboozey
No es solo la canción más grande del año, sino una de las que más tiempo ha ocupado el número 1 en lo que respecta a la lista Hot 100 de Billboard “A Bar Song (Tipsy)” de Shaboozey empató con “Old Town Road” de Lil Nas X con sus impresionantes 19 semanas en la cima. Tiene sentido que estas dos canciones hayan resonado de maneras similares: ambas son enormes momentos musicales y trascienden géneros, clásicamente country y una amalgama de estilos que forman algo completamente moderno. El gusano auditivo de Shaboozey interpola “Tipsy” de J-Kwon y lo sitúa firmemente en el taburete desgastado de un bar de clase trabajadora en un fin de semana. Con unos cuantos tragos de whisky de más, inspirará un canto colectivo.
“Not Like Us”, Kendrick Lamar
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Hubo un tiempo en que describir “Not Like Us” requería un resumen del recién reavivado conflicto entre Kendrick Lamar y Drake, una tiradera que engendraba más tiradera con una rapidez vertiginosa — y un claro vencedor. La verdad es, por supuesto, que la canción se sostiene por sí sola: una declaración triunfal del hip hop de la costa oeste, divertida y fanfarrona.
“Like That”, Future, Metro Boomin y Kendrick Lamar
Future y Metro Boomin han sido colaboradores ideales desde hace tiempo, el álbum conjunto de este año, “We Don’t Trust You,” se sentía como algo que hacía mucho tiempo venía gestándose. Resultó ser una sensación. Inmediatamente tras su lanzamiento, “Like That” destacó, no solo por el ardiente verso de Lamar, o su muestra hiper-rápida de “Everlasting Bass” de Rodney O y Joe Cooley y “Eazy-Duz-It” de Eazy-E, sino por su ferocidad.
“Good Luck, Babe!”, Chappell Roan
2024 perteneció a Chappell Roan. Una veterana de la industria musical que ahora experimenta un lanzamiento sin paralelo hacia la fama, Roan ha manejado desde hace tiempo su teatralidad y candor sexual como una varita (y un conejo) en sus canciones. Pero es “Good Luck, Babe!” lo que la impulsó a la lista de popularidad, un megahit pop que aborda la lujuria, la frustración y la heterosexualidad obligatoria con instrumentos de cuerdas, sintetizadores de los 80 y una interpretación vocal elevada. ¿Cómo no enamorarse de ella?
“Espresso”, Sabrina Carpenter
Para los amantes de la cafeína — o aquellos en necesidad desesperada de un impulso energético — “Espresso” de Sabrina Carpenter emergió como deberían hacerlo todos los grandes éxitos pop: casi de la nada, tan adictivo como la bebida y desconcertante en sus letras, recordando directamente el período Y2K de canciones pop excéntricas con letras sin sentido sobre producciones soleadas. (“That’s that me espresso” está ahí arriba con la declaración de los Backstreet Boys de “I never wanna hear you say / I want it that way.”) Pero no está simplemente impulsado por la nostalgia. Es disco-pop cuando el género estaba muerto y enterrado, revitalizado y hecho ingenioso a través del siempre presente sentido del humor de Carpenter. ¡Pícara!
“Texas Hold ’Em”, Beyoncé
Para los fans de toda la vida de Beyoncé, el recuerdo de la cantante adolescente que hablaba con un suave y pronunciado acento texano es casi distante. Para ellos, un álbum country híbrido de la superestrella era simplemente una profecía cumplida. Cuando llegó “Cowboy Carter”, quedó inmediatamente claro que B estaba decidida a reclamar la música country como mujer negra. Pero fue la introducción de esta nueva era con “Texas Hold ’Em” lo que la consolidó — un fuerte honky-tonk con el espíritu del oeste.
“Nasty”, Tinashe
Dale el número 1 por la mejor letra del año — “Is somebody gonna match my freak?” (¿Alguien va a igualar mi locura?)- “Nasty” de Tinashe es el éxito que los fans de su suave R&B-pop han esperado por años; un ejemplo de sus talentos particulares. Es un éxito sensual y divertido — un golpe, una producción sencilla y un ritmo de susto — melódico y lleno de vocales de respaldo. No es de extrañar que TikTok lo adoptara inmediatamente. “Nasty” es para bailar, una canción que evoca una cita regularmente atribuida a Oscar Wilde: una expresión vertical de un impulso horizontal.
“I Had Some Help”, Post Malone y Morgan Wallen
Entre los intérpretes de pop contemporáneo, Post Malone ha sido el más beneficiado por su capacidad para cambiar de forma. En un universo alternativo, podría ser difícil pensar en el rapero de “White Iverson” lanzando una carrera country exitosa. Pero tiene sentido — el músico texano ha dicho “ma’am” y “sir” (señor y señora) en su discurso desde el primer día, y su vibrato autotuneado característico funciona a través del espectro de géneros. (Es esa misma idiosincrasia la que hizo que tanto Beyoncé como Taylor Swift lo llamaran para colaboraciones este año.) Pero es su colaboración con el controvertido creador de éxitos Morgan Wallen lo que sin duda hizo olas, un himno inmediato para escuchar en una camioneta o en un asado en el patio trasero.
“Igual que un ángel”, Kali Uchis y Peso Pluma
Una de las mayores historias musicales de los últimos años ha sido la creciente popularidad de la música regional mexicana — un emocionante reflejo del crecimiento global continuo de la música latina. Pero los artistas en el centro del movimiento, incluido Peso Pluma, saben que su música tiene éxito porque celebra la tradición y la trasciende, como en el rapeo áspero en sus corridos. En “Igual que un ángel” de Kali Uchis, Pluma experimenta con géneros completamente nuevos, y ella lo recibe en su mundo. Aquí, el pop de ensueño de Uchis es la base, y el tono vocal pedregoso de Pluma un acento suave. Es una canción adictiva, y un recordatorio del poder en el corazón de las colaboraciones inventivas.
“Right Back to It”, Waxahatchee y MJ Lenderman
La armonía vocal entre Katie Crutchfield de Waxahatchee y MJ Lenderman es una maravilla desde el principio — dos espíritus afines, educados en el folclor estadounidense y criados en punk alternativo — pero eso es sólo una fracción de la magia de “Right Back to It”. La canción considera relaciones a largo plazo, el tipo de amor que puede ser probado, constante, confiable y, a veces, inquieto. “I let my mind run wild / Don’t know why I do it/But you just settle in like a song with no end” (Dejo que mi mente divague / No sé por qué lo hago/Pero tú simplemente te acomodas como una canción sin fin).