Cuando Zaza Cristina Robles llegó a Estados Unidos de Perú, estaba embarazada de cuatro meses y necesitaba ir al médico.
Aunque su primera visita al médico debería haber sido un momento informativo y emocionante para la nueva madre y su marido, una conversación directa sobre los gastos de su parto la dejó fría.
"La asistenta social vino y nos dijo de frente los presupuestos y sólo la consulta -- este nos dio un monto que mi esposo y yo dijimos sí sólo la consulta está así, imagínate cómo va a ser el parto."
Si no fuera por el programa de partería que se ofrece en el Consejo Hispano de Salud de Hartford, Connecticut, Zaza dice que no sabe cómo habría podido pagar los gastos asociados con el parto de su bebé.
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El centro hispano se dedica a ayudar a madres inmigrantes y de bajos ingresos con las complicaciones de obtener servicios médicos necesarios, algo que puede salir muy caro para mujeres embarazadas muy rápido.
Según su sitio web, el principal objetivo del programa Comadrona es mejorar los resultados del embarazo y reducir la incidencia de la prematuridad y el bajo peso al nacer.
La tasa de complicaciones maternas e infantiles del parto es casi el doble en EEUU que en otras naciones desarrolladas, y afecta específicamente a las mujeres de color. Estas complicaciones suponen un coste de atención médica adicional de $32,000 millones, según el fondo CommonWealth.
El centro ofrece varios servicios de visitas domiciliarias voluntarias y culturalmente competentes, educación sanitaria y servicios de defensa y apoyo a las mujeres embarazadas y sus familias.
"Le ofrecemos educación sobre el parto. Le ofrecemos los diferentes recursos que hay disponibles en la comunidad como recursos para que ella tenga ropa para ella, para su bebé, informó Bianca Noronas, Directora de Programas del Consejo Hispano de Salud.
Incluso cuando las mujeres latinas tienen planes de seguro médico privados, sigue habiendo riesgo de complicaciones costosas.
Según un estudio de Blue Cross Blue Shield, tienen un índice de complicaciones graves del embarazo un 22% superior al de las mujeres blancas no hispanas. Esa estadística es un 28% más alta para las mujeres de bajos ingresos que reciben Medicaid.
Las tasas más elevadas de enfermedades crónicas entre las mujeres de color también influyen, al igual que las barreras económicas y culturales para obtener atención médica en EEUU, según la Dra. Yvette Martas.
"Cuando llegan al hospital, se sienten aisladas. Van a hacer todo lo que diga el médico o la enfermera. No se va a quejar mucho. La dula o la comadrona ayuda para que ella pueda entender y realmente dar su consentimiento al trato que va a recibir," dijo la Dra.Martas.
Los servicios del programa Comadrona los prestan trabajadores sanitarios de la comunidad, en hospitales, domicilios, virtualmente, por teléfono o en cualquier otro lugar cómodo.
Compañías de seguros médicos y empleadores como Walmart han empezado a invertir en programas de comadronas para reducir la carga financiera y emocional de las complicaciones del embarazo.
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