Por sorprendente que parezca, el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, a través de su sitio oficial Cancer.gov dio a conocer que estudios recientes en animales, demuestran que el cannabis inhibe el crecimiento de células cancerígenas, bloqueando también el desarrollo de los vasos sanguíneos que alimentan los tumores.
Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aún no ha aprobado a la marihuana como tratamiento para el cáncer.
En 2014, el Instituto Nacional Sobre Abuso de Drogas, dio por buenos varios estudios recientes sobre los efectos médicos de la cannabis, principalmente como auxiliar de uno de los tipos de cáncer de cerebro.
Los efectos psicotrópicos que van asociados a la marihuana han retrasado hasta el momento los permisos para los ensayos en humanos.
El cannabidol, a decir el Instituto Nacional del Cáncer puede hacer que la quimioterapia sea más eficaz y aumentar la muerte de células cancerosas sin dañar las células normales.