GALVESTON - La ciudad tejana de Galventon tuvo que esperar casi un centenar de años antes que el deportista más ilustre de su historia, el excampeón del mundo de boxeo Jack Johnson, primer púgil negro que lo logró, recibiese el perdón presidencial póstumo.
El mandatario republicano Donald Trump fue el que firmó hoy la orden del perdón a Johnson, condenado en 1913 por violar la llamada Ley Mann.
El pasado abril, Trump adelantó que estaba considerando el perdón después de recibir una llamada del actor Sylvester Stallone, ya que los pedidos anteriores a los presidentes por parte de celebridades y legisladores habían fallado.
Johnson, nacido en 1878, e hijo de exesclavos, disfrutó mostrando las riquezas que sus cualidades y habilidad boxística que le permitieron ser admirado dentro del cuadrilátero, pero también odiado y perseguido como ciudadano.
Mientras que en Galveston, desde el 30 de junio del 2012 la figura del legendario púgil se encuentra en un pedestal detrás del Old Central Cultural Center, listo para lanzar un gancho de izquierda y luego regresar con un derecho, que su combinación perfecta.
En los terrenos que rodean la estatua de bronce de tamaño natural también se encuentra el Jack Johnson Park, el último esfuerzo de Galveston para recuperar a su hijo más famoso.
Precisamente, por su estilo de vida extravagante, una inclinación por burlarse de los oponentes en el cuadrilátero y sus relaciones con mujeres blancas enfureció a la sociedad anglo de todo el país.
Historias Destacadas
El Departamento de Justicia comenzó a investigar a Johnson por violaciones de la Ley Mann poco después de que se convirtiera en ley en 1910.
El contenido de la Ley Mann establecía como delito el transporte a través de las fronteras estatales "a cualquier mujer o niña con fines de prostitución, libertinaje o cualquier otra intención inmoral".
El objetivo de la Ley Mann era detener el tráfico sexual humano, pero el amplio lenguaje permitía que se utilizara para enjuiciar a los hombres por relaciones prematrimoniales, extramatrimoniales e interraciales, aunque fueran consentidas.
Eso permitió que en octubre de 1912, la madre de Lucille Cameron acusó a Johnson de secuestrar a su hija.
Pero el Departamento de Justicia no pudo presentar un caso porque Cameron no fue una testigo cooperativa. Se casó con Johnson más tarde ese año, la segunda de tres mujeres blancas para convertirse en su esposa.
El Departamento de Justicia posteriormente presentó un caso contra Johnson con la cooperación de una exnovia, Belle Schreiber, y en mayo de 1913 fue condenado por un jurado compuesto exclusivamente por blancos por la violación de la Ley Mann.
Un mes después, fue sentenciado a un año y un día en la cárcel, pero al encontrarse en libertad bajo fianza a la espera de la apelación de la condena, Johnson huyó del país con Cameron y continuó peleando en el extranjero, incluidas dos defensas del título mundial en París.
Hasta que una pelea por el título en abril de 1915, en La Habana, Johnson fue noqueado por Jess Willard, en el asalto 26, y pasarían más de 20 años hasta que otro negro, Joe Louis, se convirtiera en campeón de la máxima categoría del boxeo.
Johnson continuó peleando, principalmente en España y México, antes de entregarse a las autoridades estadounidenses en la frontera con México en 1920.
Después de cumplir casi un año en prisión en Leavenworth (Kansas), ya nunca más tuvo la oportunidad de pelear por un título mundial.
De hecho, perdió siete de sus últimos nueve peleas que realizó como profesional y participó en combates de exhibición hasta la edad de 67 años.
Un año después, en 1946, a los 68 años, falleció como consecuencia de las heridas que sufrió en un accidente automovilístico ocurrido en Carolina del Norte.
Johnson, quien terminó con un récord de 73-13-10 y fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo internacional en 1990, ganó el campeonato no oficial de peso pesado negro en 1903 con una decisión de 20 asaltos sobre Denver Ed Martin.