El padre de una de las víctimas de la masacre en Uvalde, Brett Cross, fue detenido tras un altercado en medio de una reunión del comisionado del condado.
El incidente ocurrió este lunes. Cross tuvo una confrontación verbal con el comisionado del condado de Uvalde, Mariano Pargas.
"Recibimos una llamada telefónica diciendo que todavía había entre 8 y 9 estudiantes vivos en ese salón de clases y te alejaste del… Mi hijo está…muerto. ¡Muerto!", le gritó Cross a Pargas.
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Luego, un comisionado le advirtió a Cross que cuidara su lenguaje. Tras decir algunas palabras soeces, oficiales que estaban en el lugar se acercaron a él y lo escoltaron fuera del edificio.
Pargas trabajó como jefe interino del Departamento de Policía de Uvalde durante el tiroteo en la masacre en la Escuela Primaria Robb.
De acuerdo con el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Pargas fue el primer líder que llegó a la escuela, pero nunca dio indicaciones para entrar al salón de clases donde ocurría el tiroteo.
Por su parte, el Departamento de la Policía de Uvalde indicó que el departamento no es la agencia principal que está investigando o que le impuso cargos a Cross. “Los detalles que rodean el incidente están bajo investigación del Alguacil del condado de Uvalde”, lee el comunicado.
Según el reporte federal preparado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la masacre en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, la falta de urgencia y la mala comunicación fueron las fallas críticas que se destacaron en la respuesta policiaca.
"Fue un fracaso la reacción policiaca... en un incidente de pistolero activo, el tiempo no está a favor de las autoridades. La prioridad debe ser entrar al salón de clase. Esa fue la acción al principio, pero minutos después, en vez de tratar el incidente como de un atacante activo, lo trataron como una persona atrincherada", dijo el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, en medio de una conferencia de prensa sobre el informe.
Cross salió de la cárcel tras prestar fianza. Al padre se le impuso un cargo por interrupción de una reunión o procesión, un delito de clase B.
