WASHINGTON - El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, eligió este martes dar su discurso en la Convención Nacional Republicana desde Jerusalén, ciudad que el presidente Donald Trump reconoció como capital de Israel en 2017.
"Hola, soy Mike Pompeo. Les hablo desde la bonita Jerusalén, mirando hacia la ciudad vieja", empezó Pompeo.
En su discurso, el jefe de la diplomacia estadounidense habló de China, Corea del Norte, Irán o Rusia (dejó por fuera a Latinoamérica), pero lo realmente simbólico y polémico fue la elección nada casual de Jerusalén para pronunciarlo.
"El presidente trasladó la embajada de EEUU a esta misma ciudad de Dios, Jerusalén, la capital legítima de la patria judía. Y el presidente negoció un histórico acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, sobre el que nuestros nietos leerán en sus libros de historia", dijo Pompeo.
El Ejecutivo de Trump busca con su trato de favor hacia Israel captar y conservar a votantes evangélicos. Primero reconoció Jerusalén como la capital, después trasladó la embajada desde Tel Aviv, y también ha reconocido los Altos del Golán como israelíes.
Más recientemente, ha promovido el histórico acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes Unidos al que aludió Pompeo, motivo que ha llevado al secretario de Estado a Israel en viaje oficial.
Israel a un lado, Pompeo presumió de una agenda exterior hostil que ha pasado por el asesinato del poderoso del poderoso general iraní Qasem Soleimani, la salida del pacto nuclear con Irán o la alianza con Ucrania frente a Moscú.
"Hoy, gracias al presidente Trump, la OTAN es más fuerte, Ucrania tiene sistemas de armas defensivas y Estados Unidos abandonó un tratado perjudicial para que nuestra nación ahora pueda construir misiles para disuadir la agresión rusa", dijo.
Además, también destacó la estrategia frente a Pekín, desde la guerra comercial a la pandemia.
"El presidente ha hecho responsable a China por encubrir el virus chino y permitir que se propague la muerte y la destrucción económica en Estados Unidos y en todo el mundo, y no descansará hasta que se haga justicia", sostuvo.
Críticos del Gobierno de Trump han criticado la participación de Pompeo en la convención republicana ya que rompe, aseguran, con una tradición de no implicar a diplomáticos en actos partidistas. También que lo hiciera en el marco de un viaje oficial, algo que denuncian podría ser ilegal.