Arabia Saudita

Biden dice que la relación de EEUU con Israel está más profunda que nunca

El mandatario inició su primera visita como presidente al Medio Oriente, en la que también visitará Arabia Saudí.

Telemundo

“La conexión entre el pueblo israelí y estadounidense crece y es profunda, tan profunda que llega al hueso”, manifestó Biden durante una ceremonia de bienvenida en el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.

Joe Biden inició el miércoles su primera visita a Medio Oriente como presidente declarando un vínculo “hasta la médula” entre Estados Unidos e Israel y comprometiéndose a fortalecer los lazos económicos entre los dos países.

El mandatario estadounidense no mencionó uno de los objetivos más importantes de su visita: asegurarles a Israel y Arabia Saudí que está comprometido a evitar que Irán se convierta en una potencia nuclear.

“Tenemos una agenda llena para los próximos días, porque la relación entre Israel y Estados Unidos abarca todos los temas que importan para nuestro futuro mutuo”, dijo Biden en su décima visita a Israel.

PROGRAMA NUCLEAR DE IRÁN SERÁ TEMA CLAVE

Funcionarios israelíes dijeron que el programa nuclear de Irán, que evoluciona rápidamente, es prioridad en la agenda durante esta visita. Biden busca revivir el acuerdo nuclear con Irán que negoció Barack Obama en 2015 y abandonó Donald Trump en 2018.

Pero las conversaciones indirectas para que EEUU vuelva a entrar en el acuerdo se han estancado y al mismo tiempo Teherán sigue avanzando en el desarrollo de su programa nuclear. Eso ha dejado a la administración de Biden cada vez más pesimista sobre resucitar el acuerdo, que buscaba limitar el programa nuclear iraní a cambio del alivio de sanciones.

“Discutiremos la necesidad de renovar una coalición global fuerte que detenga el programa nuclear iraní”, dijo el primer ministro israelí, Yair Lapid.

La producción de petróleo podría ser uno de los temas a discutir en la visita del mandatario a Arabia Saudita

Debido a preocupaciones por el COVID-19, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Biden limitaría el contacto físico durante el viaje. En la ceremonia de llegada, el presidente prácticamente evitó los apretones de manos y chocaba los puños con los funcionarios israelíes. Pero hizo una excepción con el líder de la oposición y exprimer ministro, Benjamin Netanyahu. El presidente también puso su mano sobre los hombros de varios dignatarios israelíes.

El presidente también recibió información sobre los nuevos sistemas de defensa antimisiles de Israel y visitó el monumento a las víctimas del Holocausto Yad Vashem.

Al aterrizar el miércoles en Israel, Biden declaró que estaba buscando “mayor paz, mayor estabilidad, mayor conexión”. Es su décima visita al país; la primera fue en 1973, cuando era senador.

“Me enorgullece decir que nuestra relación con el Estado de Israel es más profunda y más fuerte, en mi opinión, que nunca”, dijo Biden, usando gafas de sol.

Lapid describió a Biden como un “gran sionista y uno de los mejores amigos que Israel haya conocido jamás”.

Aún quedan dos presos fugados; crece la tensión.

Por otro lado, Biden y Lapid emitieron un comunicado conjunto el miércoles anunciando que los dos países iniciarían un nuevo diálogo estratégico de alto nivel sobre tecnología. Las conversaciones se centrarían en el empleo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial para enfrentar desafíos globales, como la preparación de cara a la pandemia y el cambio climático.

La Casa Blanca también ha expresado su enojo por los reiterados ataques auspiciados por Irán contra tropas estadounidenses desplegadas en Irak, aunque el gobierno dijo que la frecuencia de esos ataques ha bajado mucho en los dos últimos años. Teherán también apoya a los rebeldes hutíes en una sangrienta guerra contra Arabia Saudí en Yemen. Hay un cese el fuego mediado por Naciones Unidas desde hace cuatro meses, una frágil paz para un conflicto que comenzó en 2015.

Biden se reunirá el jueves con funcionarios israelíes y el viernes con líderes palestinos.

Por otra parte, se informó que el rey saudí recibió una llamada telefónica del presidente palestino mientras Biden estaba en Israel.

En estos días, el rey Salman ha recibido telefonemas de otros jefes de estado musulmanes, por la temporada del hajj en La Meca que acaba de concluir y las festividades de Eid.

No se proporcionaron más detalles y no hubo indicios de que el presidente palestino Abás y el rey Salman discutieran la visita de Biden o cualquier tema relacionado con el Estado palestino.

EL ENCUENTRO ENTRE BIDEN Y BIN SALMAN

No obstante, pese a los esfuerzos de la Casa Blanca por poner el énfasis en Israel, buena parte de la atención se centrará en el encuentro bilateral que mantendrá Biden con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, al que la propia CIA responsabiliza del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

El encuentro ha generado una avalancha de críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos y de legisladores del Congreso, incluidos miembros del partido de Biden.

Ante las críticas, Biden publicó este fin de semana una columna en el diario The Washington Post donde aseguró que ha cumplido el objetivo que se marcó al inicio de su mandato: "reorientar" pero no romper los lazos con una nación que ha sido un socio estratégico de Washington durante 80 años.

Arabia Saudí, además, lidera la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y justo a finales de junio llegó a un acuerdo con otro grupo de países productores de crudo liderado por Rusia para aumentar la producción en julio y agosto, lo que podría rebajar el coste del crudo.

Con los precios de la gasolina disparados en EEUU y la inflación en máximos no vistos en 40 años, Biden ya ha adelantado que pedirá a los países del Golfo que aumenten la producción.

EL CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ

A un segundo plano quedará relegado el conflicto palestino-israelí. En su año y medio en el cargo, Biden ha retomado los lazos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que se rompieron con Trump, y ha reanudado la ayuda a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Unrwa.

No ha dado, sin embargo, señales de querer dar marcha atrás en la decisión de su antecesor de declarar a Jerusalén como capital Israelí.

Sí que se comprometió a reabrir el consulado para asuntos palestinos de Jerusalén que Trump cerró en 2019, pero de momento no ha habido avances y eso ha generado cierto escepticismo entre los palestinos.

La poca importancia de la cuestión palestina contrasta con visitas en décadas previas de otros presidentes estadounidenses, cuando los asuntos vinculados al conflicto eran centrales.

Ahora parecen ser cada vez menos prioritarios en un contexto en el que EEUU ha dejado atrás sus guerras en Irak y Afganistán y, de la mano de Biden, prefiere concentrarse en su competición con los grandes poderes: China en Asia y Rusia en Europa.

Fue en Jerusalén.
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