Después de un largo verano de fallas técnicas, la mayoría de los futuros estudiantes universitarios de Estados Unidos finalmente solicitaron ayuda financiera federal, un proceso anual que modificaron por un rediseño que salió mal.
La cantidad de estudiantes de último año de secundaria que completaron su Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes( FAFSA, por sus siglas en inglés), disminuyó un 9% en comparación con esta misma época el año pasado, según la National College Attainment Network (Red Nacional de Logro Universitario). Esa cifra llegó a ser del 40% en la primavera, cuando los estudiantes generalmente deben enviar sus formularios para dar a las escuelas tiempo suficiente para armar un paquete de ayuda.
Las repercusiones de los problemas de la FAFSA, en el número de estudiantes que asisten a la universidad aún está por verse, de acuerdo con los consejeros y asesores. Pero las demoras ciertamente han cambiado el lugar donde los estudiantes se inscribieron, y muchos de ellos se vieron obligados a elegir una universidad a pesar de tener información limitada sobre su situación financiera.
Como una de las pocas jóvenes negras en su escuela secundaria suburbana de Chicago, Adjovi Golo estaba deseosa de comenzar la universidad con la idea de que allí no sería tan difícil ser vista y escuchada. Esperaba asistir a Spelman College, una universidad históricamente para mujeres negras en Atlanta.
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Las calculadoras de ayuda financiera federal le dijeron que probablemente sería elegible para 15,000 dólares en préstamos, subvenciones y trabajo-estudio, pero su FAFSA no había sido procesada antes de la fecha límite del 1 de mayo para comprometerse con una universidad. Llamó a la línea de ayuda de FAFSA 11 veces para resolver un problema técnico, y recibió una sugerencia diferente cada vez.
Mientras tanto, la Universidad DePaul en Chicago le ofreció la mayor cantidad en becas por méritos. Sin un paquete completo de ayuda financiera de ninguna de las escuelas mientras su FAFSA permanecía en el limbo, eligió inscribirse en DePaul, en lugar de arriesgarse a asumir más deudas.
En agosto, Golo se mudó a los dormitorios de DePaul. Ama a su compañera de cuarto, el campus y a sus profesores. Pero se pregunta qué podría haber sido diferente.
EEUU
“Me sentí como si me hubieran acorralado”, reportó. “Una parte de mí —como el 75% de mí— no se arrepiente. Me encanta estar aquí. Pero otra parte de mí desea haber esperado”.
La drástica caída en las tasas de completamiento de la FAFSA fue especialmente pronunciada para los estudiantes que ya enfrentan obstáculos para inscribirse en la educación superior, incluidos los estudiantes de bajos ingresos y los no blancos.
Los defensores temen que las demoras —aunadas a un fallo de la Corte Suprema que anuló la acción afirmativa (el considerar la raza de los estudiantes en el proceso de admisión) en la educación superior—, afecten a dónde asisten a la universidad, e incluso si lo hacen.
“Es realmente desalentador"
En teoría, dijo Katharine Meyer, miembro del Brookings Institution —un grupo no partidista de expertos especializado en análisis para mejorar políticas en todos los niveles—, “vamos a ver un conjunto de matriculados en la universidad menos diverso racialmente, un conjunto de matriculados en la universidad menos diverso socioeconómicamente”.
Las áreas con un alto porcentaje de personas que viven en la pobreza y los lugares con una mayor proporción de residentes negros y latinos vieron una disminución un 20% mayor en el completamiento de la FAFSA en comparación con las áreas de ingresos más altos, según la Century Foundation, un grupo progresista de expertos que trabaja en análisis y soluciones para impulsar políticas en temas de equidad económica, racial, de género y discapacidad en la salud, el trabajo y la educación. Su análisis también encontró que los estudiantes en esas áreas tenían el doble de probabilidades de haber presentado una solicitud incompleta.
“Es demasiado pronto para saber qué tan grave será la disminución de inscripciones en la universidad, pero no es demasiado pronto para reconocer los riesgos”, dijo Peter Granville, miembro de la Century Foundation.
Para los estudiantes que no pueden pagar la matrícula y las tarifas completas de su bolsillo, casi todas las formas de apoyo financiero —institucional, estatal y federal, incluida la elegibilidad para préstamos federales— requieren completar la FAFSA.
Una ley de 2020 ordenó al Departamento de Educación simplificar el formulario FAFSA, que había sido criticado por ser tedioso y difícil, especialmente para familias sin experiencia universitaria. Pero el lanzamiento del formulario simplificado en 2023 se topó con error tras error: se lanzó con meses de retraso en diciembre y los estudiantes encontraron fallas y esperas de horas para recibir asistencia de la línea de ayuda.
Emmily Almaraz, estudiante de tercer año en la Universidad Cristiana de Texas, dijo que completó el formulario en menos de 20 minutos este año. Pero no todos los estudiantes a los que ayudó como pasante en Tarrant To & Through Partnership, una organización de acceso a la universidad, tuvieron la misma suerte.
A pesar de permanecer horas en el teléfono, un estudiante no pudo pasar el proceso de verificación para padres que carecen de un número de Seguro Social, que es el caso de algunos inmigrantes. Al final, el estudiante decidió retrasar la inscripción hasta la primavera, refirió Almaraz.
“Es realmente desalentador para ciertos chicos que terminan descubriendo que solo porque les falta un dato, eso puede retrasarlos”, dijo Almaraz. “Puede hacer que paguen por una educación que no pueden pagar en su totalidad”.
Sin ayuda financiera, se dificulta cubrir lo costos de residencia estudiantil
La vivienda universitaria se convirtió en un obstáculo adicional para los estudiantes cuyas familias no estaban dispuestas a realizar depósitos sin saber más sobre la ayuda financiera, comentó Jesse Hendrix, director ejecutivo del College Possible, en Texas. Muchos se vieron atrapados en opciones costosas fuera del campus o no pudieron conseguir alojamiento en absoluto.
Algunos estudiantes admitidos en universidades de cuatro años han elegido asistir a las escuelas superiores de dos años menos costosas y más cerca de casa, dicen los consejeros. Chandra Scott, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Alabama Possible, dijo que se puso en contacto con las escuelas comunitarias del estado para instarlos a prepararse para una afluencia de estudiantes de último momento.
“(Los estudiantes) van a esperar todo lo que puedan, porque es posible que realmente quieran ir a esa institución de cuatro años”, dijo Scott. “Pero si no tienen los recursos de ayuda financiera que necesitan para ir de manera oportuna, tendrán que comenzar a tomar decisiones difíciles sobre si quedarse fuera un año, lo cual esperamos que no hagan”.
Los estudiantes que no continúan directamente a la universidad al terminar la escuela secundaria tienden a enfrentar más barreras para continuar con la educación superior, reportaron consejeros y defensores. Si bien algunos estados tienen programas para ayudar a los estudiantes a regresar a la escuela, solo cuatro de cada 10 estudiantes que no comienzan la universidad inmediatamente después de la secundaria lo hacen durante la siguiente década, informó Granville.
“Después de que decides esperar un año, eso se convierte más en un viaje solitario”, dijo. “Eso puede obstaculizar la probabilidad de que al final alguien complete un título universitario”.
Algunos estudiantes todavía intentan solucionar problemas en la FAFSA incluso después de haberse inscrito. En Chicago, Golo presentó una FAFSA en papel en junio para intentar obtener un paquete de ayuda definitivo de DePaul, pero le notificaron que la agencia tenía un atraso en las solicitudes en papel. Golo dijo que la escuela no le ha exigido que comience a pagar hasta que se procese el papeleo.
“Tengo un poco de miedo de sacar dinero sabiendo que podría reducirlo en unas pocas semanas más o menos, porque no sé cuándo llegará”, agregó Golo sobre su paquete de ayuda financiera. “Puede llegar mañana. Puede que llegue en unas semanas. Puede que no llegue hasta dentro de unos meses. Pero mi futuro ahora mismo es muy incierto”.