HOUSTON - Nuevos detalles se dieron a conocer en el caso del homicidio de María González, la niña de 11 años estrangulada y violada en la ciudad de Pasadena, Texas.
Según los documentos radicados en la Corte Criminal 184 del Condado Harris, previo al ataque que le costó la vida dentro de su apartamento, Ana vio en las escaleras adjuntas a su vivienda “al vecino del pelo largo”, cuando ella regresaba de botar la basura.
Esto se lo dijo a su padre, Carmelo González, vía telefónica luego de que este le preguntara por una voz de hombre que se escuchaba en el fondo.
Según las autoridades, esta descripción coincidió con la de Juan Carlos García Rodríguez, quien enfrenta cargos de homicidio agravado y se encuentra detenido en Shreveport (Louisiana) a espera de ser extraditado al Condado Harris.
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ÚLTIMA LLAMADA
La última comunicación entre padre e hija se dio hacia las 10:02 a.m. del sábado 12 de agosto cuando ella le dijo, a través de un mensaje de WhatsApp que alguien estaba tocando la puerta del apartamento.
Carmelo González le preguntó posteriormente que si había abierto y si alguien había entrado a la vivienda. La niña le respondió, según dijo el papá a las autoridades “que ella aún estaba en la cama de su habitación”.
Esas fueron las últimas palabras que la niña le envió vía texto a su padre. Después de esto, el hombre no volvió a recibir mensajes de María, a pesar de que él le hizo varias preguntas posteriores.
González regresó de su trabajo hacia las 2:30 p.m. y allí se encontró con su hija muerta, envuelta en una bolsa negra dentro de una canasta de ropa sucia.
El jefe de González confirmó que este trabajó ese sábado 12 de agosto entre las 10 a.m. y las 2 p.m.
CAUSAS DE LA MUERTE
El Instituto de Ciencias Forenses del Condado Harris determinó que María murió a causa de un golpe contundente en la cabeza y que también fue objeto de estrangulamiento. La menor también fue objeto de abuso sexual.
Dos hechos llamaron la atención de las autoridades antes de que se emitiera la acusación y orden de captura en contra de García Rodríguez.
Una, la coincidencia física del pelo largo y, la segunda, que éste en declaración dada a las autoridades el día del crimen, manifestó que había pasado la noche en otro apartamento y que había regresado a su vivienda hacia la 1 p.m.
Las personas con las que se quedó esa noche del viernes 11 de agosto dijeron que García había salido del lugar hacia las 9 a.m. hacia su apartamento. Una diferencia de cuatro horas frente al testimonio ante los policías.
