Una madre y su bebé de dos meses de nacido fallecieron al resultar intoxicados por la fumigación que realizaba un vecino.
Según las autoridades Adele Ruiz y su hijo fallecieron por la saturación en sus vías respiratorias provocadas por la inhalación de fosfuro de aluminio. Mientras su esposo identificado como Luis José Acre y otro hijo menor se encuentran hospitalizados.
Este lunes el Ministerio Público de República Dominicana arrestó a un hombre de origen francés nombrado como Georges Antoine Thevenet, quien ejecutó la fumigación en el edificio Da Silva, ubicado en el sector Piantíni en Santo Dominigo.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email.> Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo San Antonio aquí.
Posteriormente la fiscalía de esa ciudad dijo que esta en proceso de solicitar prisión preventiva contra el individuo a quienes señalan de haber violado los artículos 295, 301 y 302 del Código Penal Dominicano.
De acuerdo a expertos en el área de la fumigación se deben exigir más controles al hacer estos procesos, señalan que deben contar con permisos de los órganos reguladores para la adquisición de estos químicos.
El fosfuro de aluminio es un químico altamente tóxico que por lo general se utiliza para la eliminación de roedores, pero en sitios muy específicos como graneros indica el especialista en toxicología, Jesús Boadas.
“Todos los productos químicos que se utilizan para la fumigación tienen algún tipo de riesgo y por eso las compañias deben comunicarles los efectos adversos a sus clientes, así como tomar medidas preventivas” indicó el Dr. Boadas.
Entre los síntomas generales que pueden presentarse durante una intoxicación con químicos están: dificultad para respirar, vómitos, nauseas, temblor o taquicardia afirma el Dr. Boadas, pero señala dependiendo la sustancia pueden presentarse daños diferentes.
Por su parte, el ministro administrativo de la presidencia Joel Santos, informó que el Ministerio de Agricultura prohibió hoy la importación del fosfuro de aluminio, mientras bomberos y policías continuan evaluando el edificio Da Silva para evitar que otros residentes salgan afectados.