WASHINGTON - Elizabeth MacDonough, la encargada de interpretar el reglamento del Senado, asestó este miércoles un nuevo golpe al plan migratorio del presidente estadounidense, Joe Biden, al determinar que los demócratas no pueden usar una maniobra legislativa para aprobarlo.
Es la segunda vez que MacDonough se posiciona en contra de uno de los proyectos estrella de los demócratas.
MacDonough, que actúa como árbitro no partidista en lo que respecta a las reglas del Senado, determinó que los demócratas no pueden incluir su reforma migratoria en un plan social de $3.5 billones que quieren aprobar en solitario a través de un mecanismo llamado "reconciliación".
Según dijo a Efe una fuente legislativa, MacDonough consideró que los demócratas no han conseguido cumplir con una serie de requisitos para usar esa maniobra.
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En concreto, los demócratas habían propuesto regularizar a millones de indocumentados a través de un cambio en la conocida como "Ley de Registro" de 1929 y que permitió acceder a la residencia permanente a los inmigrantes que pudieran probar que habían llegado a Estados Unidos antes de 1921.
A lo largo de los años, el Congreso ha cambiado esa ley en cuatro ocasiones. La última fue en 1986, bajo el gobierno del presidente republicano Ronald Reagan, cuando se determinó que podrían acceder a la residencia permanente y, posteriormente, a la ciudadanía todos aquellos inmigrantes que hubieran llegado al país antes de 1972.
Esta vez, los demócratas proponían cambiar la fecha a 2010, lo que habría permitido regularizar a 6.7 millones de indocumentados, según la organización FWD.us.
Este era el "Plan B" de los demócratas para aprobar una reforma migratoria. Su "Plan A" era regularizar a 8 de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en Estados Unidos, pero MacDonough también rechazó esa opción este mes.
En concreto, el "Plan A" proponía la regularización de cuatro grupos: los que llegaron a Estados Unidos de niños (conocidos como "dreamers"), los trabajadores del campo, los trabajadores esenciales (como personal médico) y los migrantes que han accedido a un amparo migratorio llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
Los demócratas quieren usar el mecanismo de "reconciliación" para aprobar cambios migratorios porque no pueden conseguir los 60 votos necesarios para aprobar leyes: tienen 50 escaños, igual que los republicanos, aunque cuentan con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.
Sin embargo, no cuentan con ningún apoyo de los senadores del Partido Republicano, quienes durante décadas se han opuesto a aprobar una reforma migratoria.
La citada fuente legislativa aseguró que los demócratas presentarán pronto una nueva propuesta a MacDonough, aunque antes mantendrán reuniones con grupos de legisladores y con grupos defensores de los migrantes para determinar cuál es la mejor opción.
El Congreso lleva 35 años sin aprobar una ley que permita acceder a la ciudadanía a un gran grupo de migrantes.
La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente, Ronald Reagan, firmó una ley que permitió regularizar a 3 millones de inmigrantes indocumentados.