AUSTIN, Texas — Funcionarios de bienestar infantil de Texas informaron el miércoles que recibieron tres reportes de abuso y negligencia en un coliseo de San Antonio que se usa para albergar a más de 1,600 adolescentes inmigrantes que cruzaron la frontera sur.
Se trata de la primera ocasión en que las autoridades estatales anuncian una investigación a este tipo de acusaciones en uno de los centros instalados rápidamente por el gobierno federal en Texas para lidiar con el marcado incremento de niños y adolescentes que cruzan la frontera sin compañía de un adulto. Una funcionaria del condado que también labora como voluntaria en el sitio de San Antonio, el Coliseo Freeman, dijo que la naturaleza de las acusaciones no coincide con lo que ella ha visto durante muchas visitas que ha efectuado a las instalaciones.
Funcionarios de bienestar infantil no revelaron quién hizo las acusaciones, pero el gobernador Greg Abbott dijo que, a su entender, fue alguien que estuvo dentro de las instalaciones. Una de las acusaciones es de abuso sexual, pero no se dieron a conocer más detalles.
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Otras acusaciones incluyen personal insuficiente, niños que no comen y personas que fueron diagnosticadas con COVID-19 pero que no fueron aisladas, dijo Abbott en una conferencia de prensa organizada rápidamente afuera del centro de detención. Durante semanas, Abbott y otros miembros del Partido Republicano han criticado al gobierno del presidente Joe Biden por su manejo de la situación migratoria en la frontera sur de Estados Unidos.
“Esta instalación debería cerrarse inmediatamente. Los niños deberían ser enviados a locaciones con más personal y más seguras”, declaró Abbott.
Rebeca Clay-Flores, comisionada del condado Bexar que ha estado dentro de las instalaciones como funcionaria electa y como voluntaria, dijo que a los adolescentes se les están ofreciendo tres comidas y dos bocadillos al día y cualquiera que da positivo a COVID-19 es colocado en un área aparte, lejos de los otros menores. Recorrió las instalaciones con Abbott después de su conferencia de prensa y dijo que él le planteó preguntas al personal, entre ellas una sobre los protocolos para efectuar pruebas diagnósticas de COVID-19.
“Me hubiera gustado que el gobernador hubiera efectuado su recorrido antes de la conferencia de prensa, en la que politizó a los menores”, dijo Clay-Flores, que es demócrata.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus iniciales en inglés) dijo en un comunicado que no podía hacer declaraciones sobre casos específicos, pero que “tiene una política de tolerancia cero para todas las formas de abuso sexual, acoso sexual y comportamiento sexual inapropiado”.
El Departamento de Servicios Familiares y de Protección de Texas recibió las acusaciones. Su portavoz, Patrick Crimmins, dijo que de momento no sabía si el estado ha recibido más acusaciones de abuso o negligencia en las instalaciones temporales para jóvenes inmigrantes en Texas.
El HHS ha abierto con premura enormes centros para recibir a migrantes en el suroeste del país ante el marcado incremento en el número de menores sin compañía de un familiar adulto que entran por la frontera sur. La falta de capacidad de la agencia mientras aumentaban los cruces al inicio de la presidencia de Biden ha causado que en ocasiones algunos menores deban esperar varias semanas en instalaciones hacinadas e inadecuadas de la Patrulla Fronteriza.
Tan sólo en marzo y abril, el HHS ha instalado más de 17,000 camas en centros de convenciones, campamentos para trabajadores petroleros y bases militares, incrementando a más del doble la capacidad de sus instalaciones permanentes que tardó años en abrir.