WASHINGTON - El presidente Donald Trump anunció este lunes que el gobierno federal distribuirá millones de pruebas rápidas del coronavirus a varios estados esta semana para facilitar la reapertura de escuelas.
Unas 100 millones de pruebas rápidas del COVID-19 serán enviadas a los gobernadores estatales con el objetivo de que se distribuyan entre educaciones educativas. También se suministrarán tests a asilos de ancianos y a comunidades de alto riesgo, entre estas afroamericanos e hispanos, explicó Trump.
“El apoyo que brinda mi administración permitirá que todos los estados evalúen con regularidad a todos los maestros que lo necesiten. Esto continúa con nuestro esfuerzo crítico de utilizar las pruebas para proteger a las comunidades de alto riesgo”, dijo Trump.
El almirante Brett P. Giroir, subsecretario de Salud de EEUU, hizo una demostración durante la conferencia de prensa sobre cómo se realiza el sencillo examen, cuyos resultados están disponibles en unos 15 minutos.
El objetivo del mandatario es que los gobernadores estatales utilicen gran parte de las pruebas suministradas en menores de edad y en maestros para corroborar si las cifras de contagios se mantienen suficientemente bajas como para mantener abiertos preescolares, primarias, y secundarias a lo ancho del país.
"La vacuna [contra el COVID-19] llegará pronto y por lo que hemos escuchado los resultados serán extraordinarios", agregó Trump.
El anuncio llega en momentos cuando los nuevos contagios de COVID-19 se mantienen en más de 40,000 al día, y se espera que continúen de esta manera durante los meses más fríos del año.
La idea del gobierno federal es que las pruebas faciliten que los maestros se testean semanalmente, o que los padres de estudiantes puedan someter a sus hijos a la prueba si estos presentan síntomas de coronavirus.
La distribución de las pruebas, creadas por los laboratorios Abbott, es parte de una orden de 150 millones de tests rápidos pedidos por el gobierno federal a esta compañía.