WASHINGTON DC - Fuerzas especiales de Estados Unidos lanzaron este jueves lo que el presidente Joe Biden calificó como una exitosa operación en el noroeste de Siria en la que falleció Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, el actual líder del grupo terrorista ISIS.
Biden anunció la muerte del jefe de ISIS por medio de un comunicado de la Casa Blanca y horas después dio un discurso para ofrecer detalles del operativo.
“Al-Hashimi es responsable de la destrucción de comunidades y de los asesinatos de inocentes. Además, fue el arquitecto de los más recientes ataques de ISIS”, dijo Biden en su discurso.
Biden confirmó que al-Hashimi murió cuando él mismo hizo detonar una bomba que también mató a miembros de su familia. Reportes de los servicios de emergencias que acudieron al lugar del operativo indicaron que el suceso tuvo un saldo de 13 muertos, incluyendo seis niños y cuatro mujeres.
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“Este operativo demuestra el alcance de las fuerzas estadounidenses para eliminar a terroristas, sin importar dónde se escondan en el mundo”, agregó el mandatario. “Mandamos un fuerte mensaje a los terroristas del mundo, iremos y los encontraremos”.
La incursión, que según los residentes locales duró unas dos horas, sacudió la somnolienta localidad próxima a la frontera turca, una zona salpicada de campos para desplazados por la guerra civil siria.
En un breve comunicado, el secretario de Prensa del Pentágono, John Kirby explicó que la misión fue un éxito: “No hubo víctimas estadounidenses”.
Varios residentes contaron a The Associated Press que vieron partes de cadáveres esparcidos en torno a una casa en la localidad de Atmeh, en la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes.
Hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias luego del ataque, en el que dijeron que hubo helicópteros, explosiones y disparos de ametralladora.
Esta fue la mayor incursión en la provincia desde el asalto estadounidense que acabó con la vida del entonces líder ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, en 2019. Idlib está controlada por el grupo Al Qaeda y sus afiliados, y allí residen varios de sus altos cargos. Pero otros insurgentes también se han refugiado en la región.
Los reportes sobre el número de víctimas mortales varían. Un reportero de la AP vio partes de cadáveres alrededor de la casa, cuya planta superior quedó prácticamente arrasada dejando escombros en el campo de olivos que rodea el inmueble.
Se podían ver manchas de sangre en las paredes y en el piso de la estructura que quedó en pie, con un dormitorio destrozado con una cuna de madera en el suelo. En una de las paredes dañadas colgaba aún un columpio infantil de plástico azul. La cocina quedó ennegrecida por el fuego.
La Defensa Civil Siria, un grupo de emergencias gestionado por la oposición llamado también Cascos Blancos, dijo que 13 personas fallecieron en los bombardeos y enfrentamientos posteriores al asalto. Su recuento incluía seis menores y cuatro mujeres, añadió.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor con sede en Gran Bretaña que monitorea el conflicto, apuntó también que el operativo dejó 13 fallecidos, entre ellos cuatro niños y dos mujeres. Ahmad Rahhal, un periodista que visitó el lugar en la provincia de Idlib, dijo haber visto 12 cadáveres.
Los residentes y los activistas dijeron haber presenciado un gran asalto por tierra y que las fuerzas estadounidenses usaron altavoces para pedir a las mujeres y niños que abandonasen el lugar.
LOS DETALLES DEL OPERATIVO MILITAR
Hubo al menos una gran explosión. Un funcionario estadounidense señaló que uno de los helicópteros del operativo sufrió un problema mecánico y tuvo que ser volado en tierra. La fuente habló bajo condición de anonimato para discutir los detalles de la operación militar.
De acuerdo con el Observatorio, las tropas de la coalición liderada por EEUU aterrizaron en la zona a bordo de helicópteros y atacaron una vivienda. Los soldados se enfrentaron a combatientes sobre el terreno, agregó. Taher al-Omar, un activista en Idlib, contó que fue testigo de los combates entre los insurgentes y las fuerzas estadounidenses.
La operación militar llamó la atención en las redes sociales, con tuits desde la región que describían cómo los helicópteros disparaban alrededor del edificio próximo a Atmeh. Los datos de rastreo de vuelo sugirieron también que múltiples drones rodearon la ciudad de Sarmada y la localidad de Salwah, justo al norte del lugar de la incursión.
La operación se produjo en un momento en el que ISIS estaba reafirmándose, perpetrando algunos de sus mayores ataques desde su derrota en 2019.
En las últimas semanas y meses, la milicia radical lanzó una serie de operaciones en la región, incluyendo un asalto de 10 días para tomar una prisión en el noreste de Siria, con al menos 3,000 detenidos del grupo, a finales de enero.