SAN ANTONIO – La Arquidiócesis de San Antonio extendió su decreto sobre los cambios que afectan a los servicios religiosos ante la pandemia causada por el COVID-19.
El arzobispo Gustavo García Siller informó que las medidas implementadas continuarán vigentes por lo menos hasta el 30 de abril en las parroquias de los 19 condado que cubre la arquidiócesis.
“Si en algún condado existen regulaciones más estrictas sobre el limite de número de personas reunidas, ahí se aplicarán las reglas más estrictas”, explicó el Arzobispo.
Bajo el decreto, las misas públicas quedan suspendidas y se insta a los sacerdotes a transmitirlas en vivo o a utilizar otros modos de comunicación con los fieles, pues no se permiten más de 10 personas a la vez en las iglesias – incluyendo al clero – y los presentes deben respetar el distanciamiento social.
Mientras tanto, las personas que deseen confesarse deben llamar a su párroco por teléfono para hacer una cita, lo bautizos pueden realizarse a discreción del párroco siempre y cuando se respete el límite de 10 personas reunidas y el distanciamiento social, y las primeras comuniones y confirmaciones quedan pospuestas hasta que se permitan las reuniones de grupos grandes.
Por otro lado, los funerales de 10 personas o menos están permitidos, aunque no se permiten misas de exequias durante el Triduo.
Las iglesias pueden permanecer abiertas para la oración privada de los fieles. Sin embargo, estas deberán cerrar si no se puede garantizar que no más de 10 personas estarán presentes al mismo tiempo.
Los actos litúrgicos de Semana Santa y del Triduo celebrados en la Catedral de San Fernando se trasmitirán en vivo a través de la Television Catolica de San Antonio y todos los canales de las redes sociales de la Arquidiócesis de San Antonio.
