SAN ANTONIO – La seguridad en la Arquidiócesis de San Antonio aumentó durante varios días después de que el arzobispo Gustavo García-Siller recibiera múltiples llamadas amenazantes.
Un comunicado de prensa indicó que las llamadas fueron hechas en la primera semana de este mes de diciembre por una persona que, probablemente, padece de alguna enfermedad mental.
No obstante, se notificó a las autoridades locales sobre lo ocurrido y ya se investigan los hechos.
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Como medida de precaución, la seguridad en el Centro Pastoral y los eventos a los que asistió el arzobispo en la última semana fue reforzada, añadió el comunicado.
El desarrollo de la investigación ha permitido que se vuelvan a reducir las medidas de seguridad, aunque la Arquidiócesis aseguró que el bienestar del arzobispo García-Siller, los obispos, el resto del personal y los feligreses es la prioridad principal, y los protocolos serán modificados en caso de ser necesario.
