SAN ANTONIO – La fiscalía sigue llamando a testigos al estrado para rendir su testimonio sobre el asesinato del detective Benjamin Marconi, entre los cuales se encuentran sus mismos compañeros de trabajo.
El jurado escuchó las declaraciones del oficial Arthur López, uno de los primeros en llegar al lugar donde Marconi fue baleado el 20 de noviembre, 2016. Él, además, intentó salvarle la vida mientras era trasladado en la ambulancia al hospital.
"Yo estaba proveyendo reanimación cardiopulmonar", dijo el oficial López, añadiendo que eso ocurría mientras un paramédico sostenía la cabeza del detective Marconi y le aplicaba presión y otro lo conectaba a los aparatos de primeros auxilios.
El oficial López dijo que Marconi estaba perdiendo tanta sangre que manchó toda la parte posterior de la ambulancia, así como los uniformes de él y los dos paramédicos que le asistían.
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Todo esto después de que el detective Marconi recibiera dos impactos de bala en la cabeza mientras se encontraba en su patrulla, frente a la Sede del Departamento de Policía de San Antonio. Él había realizado una parada de tráfico rutinaria y se encontraba redactando una infracción cuando fue baleado.
Marconi fue declarado muerto en el hospital, y el oficial López declaró que estuvo presente en ese momento.
Mientras tanto, decenas de oficiales se encontraban recolectando las evidencias para identificar y capturar a la persona que le disparó al detective Marconi. Las autoridades rápidamente pusieron su atención en Otis Tyrone McKane como el principal sospechoso, pues recuperaron videos de vigilancia del momento de la balacera en los que, supuestamente, aparece él y recibieron pistas de varios testigos que coincidían con él.
Estas evidencias también han sido presentadas en los primeros días del juicio contra McKane, y durante el jueves y viernes, se revelaron las fotografías que tomaron los investigadores del interior de la patrulla donde Marconi fue baleado.
En las imágenes se pueden ver dos casquillos, una perforación en el asiento del pasajero, sangre en diferentes superficies, la computadora del detective Marconi, y una libreta, entre otros objetos.
Además, se han presentado las evidencias del área por donde se dio a la fuga el sospechoso, incluyendo una barra del estacionamiento que impactó y fotografías de su vehículo. El auto de McKane sería una de las piezas clave que ayudó a identificarlo como sospechoso, ya que él había comprado unos neumáticos muy peculiares poco antes y un empleado del taller donde los adquirió lo reconoció.
McKane, de 35 años, se declaró no culpable el primer día del juicio por el cargo de asesinato capital que enfrenta. Él fue arrestado al día siguiente del asesinato del detective Marconi .
Tras su arresto, el sospechoso dijo a los medios que disparó contra el policía porque se sentía frustrado luego de haber perdido la custodia de su hijo.
Marconi llevaba 20 años trabajando para la policía de San Antonio. Él era uno de los detectives a cargo de investigar delitos sexuales y abusos contra menores.
De ser encontrado culpable, McKane podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua o la pena de muerte.