SAN ANTONIO - La tercera persona acusada en relación con los asesinatos de Matthew Guerra y Savanah Soto en Texas, escondió el arma usada y ayudó a ocultar los cuerpos, según el magistrado.
Myrta Romanos fue arrestada este miércoles y la policía de San Antonio la identificó como la madrastra de Christopher Preciado, supuesto asesino de la pareja y quien había sido arrestado junto a su padre, Ramón Preciado.
Los documentos del magistrado indican que el 4 de enero de 2024, un detective habló con la sospechosa, quien dijo que la noche del incidente, el pasado 21 de diciembre, estaba en su residencia con Ramón y Christopher.
Además, la sospechosa dijo que no podía recordar los eventos de la noche y que pensaba estaba durmiendo.
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La evidencia recopilada indica que durante un registro en su residencia, la puerta del dormitorio de la sospechosa estaba cerrada con llave.
Según el reporte, la sospechosa afirmó que mantenía la puerta cerrada con llave y que era la única persona que tenía la llave de la habitación.
Durante el registro de la habitación, se encontró un arma de fuego.
Posteriormente, según los análisis forenses, la pistola es compatible con los casquillos de bala recuperados en el vehículo de las víctimas.
La sospechosa dijo a los detectives que el arma recuperada era suya y que se la había entregado un familiar.
De acuerdo con el magistrado, la sospechosa ocultó intencionalmente el arma de fuego en un intento de que no estuviera disponible como prueba durante la investigación.
A BORDO DEL AUTO
Durante la investigación, la sospechosa dijo que no sabía sobre el incidente y negó estar en el vehículo de Ramón Preciado cuando fue al lugar donde estaba el auto de las víctimas.
Los documentos del magistrado revelan que se recuperó un video de vigilancia de la residencia de los acusados.
En el video de vigilancia se puede ver a la sospechosa saliendo de su residencia con Ramón Preciado la noche del incidente.
Ramón y la sospechosa entraron a un vehículo. Varios minutos después, se observa al auto regresando a su residencia.
De acuerdo con la información provista, se observa a los tres sospechosos saliendo del vehículo y entrando a su residencia.
Los tiempos observados coinciden con los hechos y demostraron que la sospechosa estaba con Ramón cuando se trasladó para encontrarse con el supuesto asesino en el lugar donde fue abandonado el auto de las víctimas.
En conclusión, las autoridades dijeron que la sospechosa ayudó a ocultar los cadáveres.
El pasado 23 de diciembre, los cuerpos de Guerra y Soto, cada uno con un balazo en la cabeza, fueron encontrados dentro de su auto en un estacionamiento. Soto estaba embarazada.
El jefe de la policía de San Antonio indicó que las víctimas vendían narcóticos y los asesinatos estarían relacionados con una transacción que salió mal.