SAN ANTONIO - Todos experimentamos el frío, pero ¿realmente el frío existe? La contestación corta es que no. Así como lo lees.
En esencia, el frío se define como ausencia de calor o energía.
Conocemos la temperatura caliente o fría porque necesitamos darle valor o nombrar las cosas. Sin embargo, la temperatura es una forma de medir la energía promedio de los átomos.
Si hay mucha energía es más caliente. Esto implica que, cuando no hay energía, los átomos dejan de moverse y, como resultado, el objeto se enfría.
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A esta temperatura fría se le conoce como cero absoluto.
En cambio, el calor sí existe debido a que podemos acumular tanta energía como podamos hasta ascender a millones y millones de grados de temperatura.
Esto es importante porque la energía siempre se transfiere de lo caliente a lo frío. No a la inversa.
Cuando tienes un pedazo de hielo en las manos, este se derrite porque estás transfiriendo tu energía a un objeto que no tiene.
En cambio, cuando tienes una taza de café caliente en tu mano durante el invierno, sientes el calor del vaso porque estás añadiendo calor a tu cuerpo mediante la transferencia de energía.
Es decir, cuando sientas frío puedes decir que estás falto de calor.
