SAN ANTONIO – Un total de 10 testigos se presentaron en una corte del condado Bexar para rendir su testimonio sobre el asesinato del detective Benjamin Marconi en el sexto día del juicio contra el sospechoso, Otis Tyrone McKane.
Este lunes se presentaron más evidencias sobre cómo se identificó a McKane como el principal sospechoso del ataque ocurrido el 20 de noviembre, 2016.
Sin embargo, la fiscalía también reveló varios videos mediante los cuales planteó lo que el sospechoso, supuestamente, hizo tras dispararle a sangre fría al detective Marconi.
McKane, según la evidencia en corte, quedó grabado tres horas después de la balacera mientras estacionaba su vehículo a unas cuadras de su casa, presuntamente para restar atención en caso de que la policía lo estuviese buscando. Él luego se habría bajado del auto y caminado hacia su hogar, vistiendo pantalones cortos, una camisa blanca y cargando un par de botas en una mano. Las prendas que el sospechoso habría usado durante la balacera fueron encontradas dentro de su coche una vez los investigadores lo incautaron y también formaron parte de la evidencia presentada en corte este lunes.
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Esa misma noche, el sospechoso fue captado en video por las cámaras de vigilancia de un hotel en el que se hospedó con su pareja y la hija pequeña de ella. La fiscalía argumentó que el hotel estaba lejos de la casa de él y, probablemente, llegó ahí para esconderse porque sabía que lo estarían buscando.
Todo esto después de que el detective Marconi recibiera dos impactos de bala en la cabeza mientras se encontraba en su patrulla, frente a la Sede del Departamento de Policía de San Antonio. Él había realizado una parada de tráfico rutinaria y se encontraba redactando una infracción cuando fue baleado.
Las autoridades rápidamente pusieron su atención en McKane como el principal sospechoso, pues recuperaron videos de vigilancia del momento de la balacera en los que, supuestamente, aparece él y recibieron pistas de varios testigos que coincidían con él.
Entre los testigos que declararon este lunes se encontraban dos empleados de un taller mecánico del cual McKane era cliente, un trabajador del hotel donde se habría hospedado la noche del asesinato, y múltiples investigadores de la policía.
McKane, de 35 años, se declaró no culpable el primer día del juicio por el cargo de asesinato capital que enfrenta. Él fue arrestado al día siguiente del asesinato del detective Marconi .
Tras su arresto, el sospechoso dijo a los medios que disparó contra el policía porque se sentía frustrado luego de haber perdido la custodia de su hijo.
Marconi llevaba 20 años trabajando para la policía de San Antonio. Él era uno de los detectives a cargo de investigar delitos sexuales y abusos contra menores.
De ser encontrado culpable, McKane podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua o la pena de muerte.
