SAN ANTONIO – Ocho años después de la muerte de un hombre de 23 años quien fue abatido por un policía de San Antonio que estaba fuera de turno, la madre del joven exige justicia.
Y es que la investigación en torno a este caso se cerró cuando una corte determinó que la balacera fue justificada, pues el uniformado declaró que disparó al temer por su vida tras ver que Marquise Jones estaba armado con una pistola.
“Mataron a mi hijo”, dijo sumida en llanto Charyl Jones, madre de la víctima.
Jones murió en febrero de 2014 durante una confrontación a las afueras del restaurante Chacho’s and Chalucchis, en Perrin Beitel Road, con el oficial Robert Encina.
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Encina era un oficial del Departamento de Policía de San Antonio, pero esa noche estaba fuera de su horario de servicio y se encontraba trabajando como guardia de seguridad.
La familia de Jones luego presentó una demanda civil por muerte injusta, ya que algunos de los testigos de la balacera declararon que él nunca mostró un arma.
Sin embargo, la demanda fue rechazada cuando un jurado dictaminó en 2017 que Encina no utilizó la fuerza excesiva aquella noche.
Desde entonces, los familiares de Jones han realizado marchas para exigir justicia.
En junio de 2020, el fiscal de distrito del condado Bexar, Joe González, dijo que el caso solamente podría ser reabierto si se encontraran nuevas evidencias que demostraran que las acciones del oficial fueron injustificadas.
“Yo no entiendo eso, pero así son las cosas”, precisó la madre del fallecido ante la decisión del fiscal González.
