SAN ANTONIO – A tres semanas de perder varios de sus dedos al explotarle un fuego artificial en las manos, un joven decidió narrar su terrible experiencia para evitar que otras personas sufran accidentes similares.
Michael Sexton, de 19 años, pensaba que iba a pasar un buen rato con sus amigos la noche de este 4 de enero, pero la diversión rápidamente se convirtió en una pesadilla.
“Gracias a Dios está vivo”, dijo Susan Gómez, madre del adolescente. “[Me dijeron] que se lo había llevado la ambulancia, que le estaba chorreando sangre del ojo, que pensaban que se le había caído el ojo y me enseñaron fotos de dedos en el piso”.
Sexton fue uno de dos jóvenes que perdieron algunas de sus extremidades por fuegos artificiales aquella noche, cuando se habían reunido para observar un espectáculo de autos clandestino en el estacionamiento de Eisenhauer Marketplace.
Varios conductores estaban girando a gran velocidad en el centro y realizando otras maniobras peligrosas mientras el resto de la multitud se congregaba alrededor y algunos de los presentes les lanzaban fuegos artificiales, dijo la policía.
Uno de los cohetes explotó mientras David Huerta, de 18 años, lo sostenía, cercenándole ambas manos, dijo la policía.
Cuando varios de los oficiales le daban los primeros auxilios a Huerta, ellos fueron informados sobre las heridas de Sexton, quien perdió tres dedos en la explosión, sufrió fracturas en ambas manos y, además, graves lesiones en ambos ojos.
“Solo estaba viendo a la gente girando en sus carros, admirando lo que podían hacer”, explicó Sexton. “No creo que vuelva a otro espectáculo”.
El joven añadió que alguien le dio a sostener un cohete y él no se percató de que ya estaba encendido. La explosión quedó grabada en video.
“Tiene los dedos de en medio completamente hechos polvo”, agregó Gómez sobre las heridas de su hijo. “Ojalá que no le pase a nadie más y Diosito me lo cure”.
Sexton ya ha sido sometido a varias cirugías, pero necesitará otras operaciones reconstructivas en los brazos y para salvarle la vista.
