EAGLE PASS, Texas – Un Cristo, que es visitado por cientos de creyentes en una ciudad fronteriza de Texas, tuvo una travesía muy similar a la de cualquier inmigrante que cruza la frontera ilegalmente por el Río Grande.
Y es que Cristo fue encontrado por agentes de la Patrulla Fronteriza en las aguas del río en septiembre de 2004, creyendo que se trataba de una persona ahogada.
Los oficiales fronterizos después llevaron la estatua a un centro de detención como si se tratara de un indocumentado.
“Se lo llevaron a la cárcel porque no tenía papeles y no sabían de quién era; y si no tenía papeles y no era de nadie, tenía que estar en la cárcel por tres meses por ley hasta que alguien lo reclamara”, aseguró Marina Hoyos, voluntaria de la Iglesia de Nuestra Señora del Refugio.
El Cristo fue entonces bautizado como el “Cristo indocumentado” y tras pasar los tres meses sin que nadie lo reclamara, se convirtió en propiedad de la Ciudad de Eagle Pass.
Hoyos luego hizo una petición a los funcionarios municipales para permitirle que el Cristo fuera destinado a la Iglesia de Nuestra Señora del Refugio, el único sitio de la zona donde se les brindaba ayuda a los indocumentados.
“Por eso es que yo hice la petición de que si alguien se merecía el Cristo era el Refugio de los Indocumentados, que [está] en la Iglesia de Nuestra Señora del Refugio”, dijo Hoyos.
Local
Tanto residentes como migrantes visitan la iglesia a diario para venerar al “Cristo indocumentado”, el cual aseguran es milagroso.