CIUDAD DE MÉXICO - Los expresidente de Uruguay, José Mujica, y de Bolivia, Evo Morales, comieron este jueves con el canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón, en una de las cantinas tradicionales, hoy bar La Ópera, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Los exmandatarios latinoamericanos son dos de los invitados especiales del presidente Andrés Manuel López Obrador a los festejos patrios por el 212 aniversario del Grito de Independencia, que la noche de este jueves dará desde el balcón principal del Palacio Nacional.
Ebrard compartió a través de sus cuentas en redes sociales los distintos momentos de la reunión con Mujica y Morales, quienes se mostraron muy sonrientes degustando platillos de la gastronomía mexicana y escuchando a un mariachi, al que pidieron que interpretara "México lindo y querido".
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"Di la más cálida bienvenida a Evo Morales y José Mujica, entrañables amigos, luchadores por la justicia y la dignidad humana. Vienen a acompañar al pueblo de México por invitación del presidente López Obrador, bienvenidos!!!", escribió Ebrard en un mensaje de Twitter.
"Vivimos momentos inolvidables a invitación del Hno. canciller @m_ebrard para compartir, junto al Hno. Pepe Mujica, un almuerzo en el restaurante La Ópera donde, en 1914, estuvieron también Hnos. revolucionarios Pancho Villa y Emiliano Zapata. ¡México tiene una admirable historia!", escribió a su vez el boliviano Morales.
“Evo cantó México lindo y querido, está listo para el baile de la noche en la verbena popular. Pepe casi no viaja, pero aceptó conmovido la invitación de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador para estar en la fiesta popular más importante para nosotros. Bienvenidos!!”, compartió Ebrard.
Los detalles del encuentro fueron seguidos en redes sociales y los exmandatarios se retiraron a descansar previo a la celebración en Palacio Nacional, frente al Zócalo capitalino, donde esta noche se reunirán miles de mexicanos para festejar de manera presencial tras la pandemia.
"La Ópera", inaugurada en 1876, tiene una larga tradición y anécdotas de sus comensales, aunque la más célebre es la que durante la Revolución fue punto de encuentro de los héroes revolucionarios Emiliano Zapata y del general Francisco Villa, quien haciendo sentir su poder disparó su pistola y un tiro quedó incrustado en el techo, donde aún puede verse.
