MÉXICO - El sonido del cajero al entregar el efectivo le da tranquilidad y aliento a Guadalupe Nápoles González, porque sabe que con el podrá llevar alimentos a su hogar y cubrir sus gastos.
"Antes teníamos el puesto, pero ahora, a base de la pandemia, todo bajó. No tenemos ventas, la gente no quiere salir, gastar", lamenta Nápoles González.
La única salvación para ella han sido las remesas que su esposo le manda desde Alabama. Antes le enviaba cerca de $200 cada mes, pero ante la emergencia sanitaria le ha tenido que duplicar el depósito.
"Sí son gastos que no tenemos contemplados, luz, agua teléfono, internet, ahorita con lo de la escuela", detalla Nápoles González.
De la misma manera miles de personas están sobreviviendo en este país.
El dinero que los paisanos envían a sus familias se ha incrementado hasta en un 11% en medio de la pandemia, lo que ha ayudado a aliviar la problemática económica que están viven millones de mexicanos.
Salvador Bonilla es investigador del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos y asegura que si hasta marzo los migrantes dedicaban alrededor del 13% de su salario para mandarlo a México, ahora invierten mínimo un 16% de sus ingresos para ayudar a los suyos.
"Están haciendo un esfuerzo tremendo, están usando sus ahorros, hay algunos que se vieron beneficiados por el programa de apoyo del gobierno estadounidense", dice Bonilla.
Los pronósticos de este experto calculan que para fin de año el monto de las remesas alcanzará más de $38,000 millones de dólares, un nuevo nivel máximo.
Pero sobre todo la posibilidad de que mientras se reactiva la economía, Nápoles y el resto de los beneficiados puedan solventar sus necesidades.