JERUSALÉN — El Ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, elevó este sábado a 31 la cifra de personas fallecidas en el bombardeo israelí que alcanzó ayer un edificio residencial a las afueras de Beirut, y que dejó también 68 heridos.
Israel impactó un suburbio de Beirut, capital de Líbano, con un ataque aéreo el viernes, no mucho tiempo después de que Hezbollah azotó el norte de Israel con 140 cohetes luego de que el dirigente del grupo miliciano, Hassan Nasrallah, prometió tomar represalias contra Israel por unas explosiones masivas, informaron las fuerzas militares israelíes y el grupo rebelde libanés.
En una rueda de prensa, el titular del departamento gubernamental detalló que tres de los 31 muertos eran niños y otras siete eran mujeres, y agregó que "aún quedan restos sin identificar".
De estos 31 muertos en el bombardeo de ayer, al menos 16 eran miembros del grupo chií libanés Hizbulá, según confirmó el movimiento en varios comunicados en los que incluyó la muerte de dos altos cargos, el comandante Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, dirigente del cuerpo de élite Fuerzas Radwan.
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Las fuerzas militares israelíes señalaron que habían perpetrado un “ataque dirigido” en Beirut.
La televisora Al-Mayadeen, con sede en Beirut, reportó que un dron lanzó varios misiles contra una zona sumamente poblada conocida como Dahiyeh.
Un miembro de Hezbollah, que habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado para hablar con la prensa, confirmó a The Associated Press que un ataque aéreo había impactado la zona, sin dar más detalles.
El ataque se produjo luego de que Hezbollah azotó Israel con 140 cohetes, los cuales, según las fuerzas militares israelíes, llegaron en tres oleadas y tuvieron como objetivo sitios a lo largo de la devastada frontera con el Líbano.
Después de los ataques, las fuerzas militares israelíes señalaron que habían impactado zonas en el sur del Líbano, teniendo como objetivo infraestructura de Hezbollah, pero no dio detalles sobre los daños.
Hezbollah dijo que sus ataques habían impactado varios sitios a lo largo de la frontera con cohetes Katyusha, incluidas varias bases de defensa aérea así como el cuartel general de una brigada blindada israelí que dijeron haber atacado por primera vez.
Las fuerzas militares israelíes señalaron que se lanzaron 120 misiles contra zonas de las Alturas del Golán, de Safed y del norte de Galilea, algunos de los cuales fueron interceptados. Los equipos de bomberos trabajaban para extinguir los incendios provocados por fragmentos de los misiles que cayeron en varias áreas, según las fuerzas militares.
No dijeron si algún misil había alcanzado objetivos o causado víctimas.
Otros 20 misiles fueron lanzados contra las zonas de Merón y de Netu'a y la mayoría cayeron en espacios abiertos, dijeron las fuerzas militares y añadieron que no se habían reportado heridos.
Hezbollah señaló que los cohetes fueron en represalia de los ataques israelíes contra localidades y viviendas del sur del Líbano, no por los dos días de ataques que fueron ampliamente atribuidos a Israel, en los que explotaron miles de bíperes y walkie-talkies del grupo miliciano.
El jueves, Israel dijo que su ejército había atacado “cientos de lanzacohetes” en el sur de Líbano, diciendo que “estaban listos para ser utilizados en un futuro inmediato para disparar hacia territorio israelí”.
El ejército también ordenó a los residentes de algunas zonas de las Alturas del Golán y del norte de Israel que evitaran las reuniones públicas, minimizaran los desplazamientos y permanecieran cerca de los refugios en previsión del lanzamiento de cohetes que finalmente se produjo el viernes.
Hezbollah e Israel han estado intercambiando ataques casi a diario desde el 8 de octubre, un día después del atentado de Hamas en el sur de Israel que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza. Sin embargo, la andanada de cohetes del viernes fue más intensa de lo normal.