
Un tribunal de Buenos Aires comenzó el martes el proceso para juzgar a siete profesionales de la salud que están acusados del homicidio por negligencia de Diego Maradona, el astro futbolístico argentino que estaba bajo su cuidado cuando sufrió un paro cardíaco el 25 de noviembre de 2020.
El tribunal integrado por tres jueces deberá determinar si los acusados, entre ellos un neurocirujano, una psiquiatra y varios enfermeros, son culpables del delito de homicidio simple por dolo eventual, que es cuando el victimario sabe que su conducta puede ocasionar un daño, pese a lo cual continúa con la acción.
Si bien la salud de Maradona estaba deteriorada por la adicción a las drogas —había estado a punto de morir por una sobredosis de cocaína en 2000— y el alcohol, los fiscales que investigaron el caso concluyeron que el accionar del equipo médico fue negligente y que su muerte pudo haberse evitado. Se trata de un delito que tiene una pena máxima de 25 años de prisión.
Al momento de su fallecimiento, a los 60 años, Maradona estaba internado en una casa rentada en Tigre, suburbio al norte de Buenos Aires, tras someterse a una cirugía para eliminar un coágulo de sangre en su cerebro a principios de noviembre de 2020.
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Este martes los familiares del excapitán de la selección de Argentina ingresaron entre lágrimas a a la sala donde se desarrolla el proceso. Las hijas más mayores, Dalma y Giannina, se sentaron en la primera fila cerca de Verónica Ojeda, antigua pareja del exfutbolista, y de Jana, otra de las hijas del astro del fútbol.
Cerca de una veintena de fanáticos de Maradona estaban en las puertas del tribunal, situado en las afueras de la capital. Vestían camisetas de la selección nacional y portaban enormes carteles que rezaban “Justicia por D10S”.
¿Quién estarán en el banquillo de acusados?
A minutos del inicio del juicio, Ojeda compartió en redes sociales un video del hijo que tuvo con Maradona, Diego Fernando, en el que el joven aparece vestido con una camiseta que lleva impreso el rostro del astro del fútbol y exige que su muerte no quede impune.
“Vamos a escuchar cosas que van a estremecer hasta al propio tribunal", afirmó Fernando Burlando, abogado de Dalma y Giannina Maradona.
En el banquillo de los acusados los focos de atención se posan en el neurocirujano Leonardo Luque, quien ofició como médico personal de Maradona en los últimos cuatro años de vida y le practicó la cirugía por el coágulo de sangre cerebral el 3 de noviembre de 2020. El doctor avaló que el exfutbolistas fuera internado en un domicilio.
Además se enfrentaba al tribunal la psiquiatra Agustina Cosachov, quien prescribió la medicación que consumió Maradona hasta el momento de su muerte. En el examen toxicológico realizado después de la muerte no se detectaron rastros de alcohol ni drogas ilegales, pero sí psicofármacos para la ansiedad y la depresión.
El resto de los sometidos a juicio son el psicólogo Carlos Díaz, especialista en adicciones que fue convocado para tratar los problemas de alcoholismo del exjugador; Nancy Forlini, la doctora coordinadora de la empresa de medicina contratada para la atención del paciente durante su internación domiciliaria; Mariano Perroni, representante de la empresa que ofrecía el servicio de enfermería y tenía como subordinados a los enfermeros Ricardo Almirón y Gisela Madrid y el médico clínico Pedro Di Spagna, responsable de dar seguimiento al paciente.
Madrid se someterá a juicio por jurados más adelante.
Todos los acusados enfrentan el proceso en libertad.
¿Cómo fueron los últimos días de Maradona?
En plena pandemia de coronavirus, Maradona se recluyó y limitó al mínimo sus contactos sociales por tratarse de un paciente de riesgo. De acuerdo a distintos testimonios, "el Diez" cayó en una depresión y recaída en su adicción al alcohol.
Luque, que se había convertido en médico de confianza de Maradona, lo trasladó a una clínica para una serie de chequeos, los cuales arrojaron que el capitán de la selección de Argentina que conquistó la Copa Mundial de 1986 tenía un coágulo de sangre en la cabeza y otras patologías a tratar.
Maradona fue operado a principios de noviembre de 2020 y a contramano del consejo de los médicos del sanatorio que recomendaban su traslado a una clínica de rehabilitación, Luque y Cosachov, en acuerdo con la familia, optaron por una internación domiciliaria bajo el argumento de que el astro no aceptaba otra opción.
En los días previos a su muerte, Maradona estaba decaído, no quería recibir visitas y se la pasaba durmiendo, coincidieron numerosos testigos que declararon en la causa.
¿En qué se basa la acusación contra los médicos?
Un informe elaborado por una junta médica interdisciplinaria integrada por una decena de especialistas, entre médicos legistas, cardiólogos, psiquiatras, toxicólogos y hepatólogos, concluyó que el actuar de los acusados “fue inadecuado, deficiente y temerario”.
En ese sentido, cuestionaron que haya sido internado en un domicilio. Por ejemplo carecía de desfibrilador o tubo de oxígeno, falta de controles cardiológicos y de laboratorio en los 14 días previos a su muerte y que no se advirtieron síntomas como “una inusual hinchazón corporal...que vistos sus antecedentes cardiológicos debieron haber generado alguna acción”.
“Maradona comenzó a morir, al menos, 12 horas antes de las 12:30 del día 25/11/2020, es decir, presentaba signos inequívocos de período agónico prolongado, por lo que concluimos que el paciente no fue debidamente controlado”, señaló el reporte.
La fiscalía también presentará como prueba 120,000 mensajes y audios de dispositivos móviles sobre conversaciones privadas entre médicos y otras personas involucradas en el cuidado de Maradona.
¿Qué dicen los acusados en su defensa?
Niegan los cargos y apuntan que Maradona era un paciente difícil y que no se dejaba atender. Respecto a las condiciones de internación domiciliaria, dijeron que la elección del lugar fue de la familia.
Según Luque, “la muerte ocurrió en forma inesperada, imprevista, en las horas de sueño, sin brindar ninguna posibilidad de tratamiento” y lo sostiene sobre la base del informe de otra junta médica propuesta por su defensa, según el cual el deceso fue abrupto y sin agonía.
¿Cómo será el juicio?
El juicio podría durar hasta julio. Se prevén al menos tres audiencias por semana. En el inicio se dará lectura de la acusación por parte de los fiscales y luego comenzarán a declarar los acusados —si lo desean— y unos 110 testigos. En la parte final tendrán lugar los alegatos de la fiscalía y de las defensas de los acusados y el tribunal fijará fecha para un veredicto.
Una vez dictada la sentencia y si hay condenas, es probable que las mismas no impliquen detención inmediata hasta tanto el fallo quede firme en instancias superiores.