BEIJING, China - China tomó medidas para aislar a por lo menos tres importantes ciudades, con un total de 18 millones de habitantes, en una labor sin precedentes por contener un nuevo virus letal que ha enfermado a cientos y matado a por lo menos 25 personas, propagándose a otras partes del mundo durante las vacaciones por el Año Nuevo Lunar.
La Comisión Nacional de Salud de China informó que el número de casos confirmados del nuevo coronavirus se incrementó a 830 personas, con 25 decesos. También se confirmó el primer fallecimiento fuera de la provincia central de Hubei, donde la capital Wuhan ha sido identificada como el epicentro del brote.
La comisión de salud en Hebei, una provincia del norte colindante con Beijing, dijo que un hombre de 80 años de edad murió después de regresar de una estancia de dos meses en Wuhan, a donde viajó para visitar a sus familiares.
La estación del tren y el aeropuerto de Wuhan fueron cerrados y se suspendió el servicio del ferry, metro y autobuses. Las calles, centros comerciales, restaurantes y demás espacios públicos en la ciudad de 11 millones de habitantes lucían desiertos. La policía revisó los vehículos que ingresaban a la localidad, pero no cerró los caminos.
El viernes se impusieron medidas similares en las ciudades cercanas de Huanggang y Ezhou. En Huanggang también se ordenó el cierre de teatros, cafés internet y otros centros de entretenimiento.
Salud
En Beijing se cancelaron de forma indefinida algunos grandes eventos, incluyendo ferias tradicionales que son distintivas de las festividades, para evitar que se propague el virus. La Ciudad Prohibida, un complejo de palacios que ahora es un museo de la capital, anunció que cerrará indefinidamente a partir del sábado.
La gran mayoría de los casos se han registrado dentro y a los alrededores de Wuhan o con personas relacionadas a la ciudad. Se han confirmado otros casos en Estados Unidos, Japón, Taiwán, Corea del Sur y Tailandia. Singapur y Vietnam reportaron el jueves sus primeros casos, y también se han confirmado casos en los territorios chinos de Hong Kong y Macao.
Muchos países inspeccionan a los viajantes procedentes de China en busca de síntomas del virus, que puede provocar fiebre, tos, dificultades respiratorias y neumonía.
La Organización Mundial de la Salud ha decidido no declarar una emergencia mundial, una medida que puede destinar más fondos y recursos para el combate de la amenaza, pero también puede provocar restricciones comerciales y de viaje, así como otros daños económicos.