Pfizer anunció que los estudios más recientes demuestran que su vacuna contra el coronavirus es 95% efectiva y que protege a las personas de edad avanzada, las más vulnerables a morir por COVID-19.
El anuncio, una semana después de difundir los primeros resultados prometedores, llega días antes de que la compañía pida a los reguladores estadounidense una aprobación urgente de la vacuna.
Pfizer inicialmente estimó que la vacuna, desarrollada con la compañía alemana BioNTech, tenía una eficacia de más de 90% al detectarse 94 infecciones.
Con el anuncio del miércoles, la compañía ha acumulado ahora 170 infecciones en su estudio y destacó que sólo ocho de ellas eran en voluntarios que recibieron la vacuna en lugar de un placebo.
Una de esas ocho personas se enfermó de gravedad, indicó la empresa.
La firma no ha difundido datos detallados de su estudio, que tampoco ha sido evaluado por expertos independientes.
Pfizer aseguró que la vacuna tiene una eficacia de más de 94% en adultos mayores de 65 años, aunque no queda claro cómo supo la eficacia en adultos mayores si sólo tuvo ocho infecciones entre los vacunados y no ha desglosado los resultados por edad.
Días atrás otra compañía farmacéutica, Moderna Inc., anunció que su vacuna parece tener una eficacia de 94,5%.
Pfizer afirma que ahora cuenta con los datos necesarios para pedirle aprobación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
La empresa no difundió detalles sobre posibles efectos secundarios, pero afirmó que no se había detectado ninguno de consideración.
El más común, dijo, fue fatiga después de recibir la segunda dosis, detectándose en un 4% de los participantes.
El estudio abarcó casi 44,000 personas en Estados Unidos y otros cinco países, y continuará por otros dos años.
Pfizer y BioNTech calculan que en 2020 producirán unas 50 millones de vacunas y 1,300 millones en 2021.
Las autoridades estadounidenses calculan que para fines de diciembre obtendrán unas 20 millones de dosis cada una por parte de Moderna y Pfizer.
Las primeras dosis serán aplicadas a poblaciones más vulnerables, como el personal médico y de asilos de ancianos, y a personas con enfermedades graves.