WASHINGTON - Se tiene previsto que las vacunas contra el COVID-19 modificadas para repeler mejor las variantes de Ómicron sean lanzadas en unas semanas, pero aún está en duda qué tan benéficos serán estos refuerzos, quién debe recibirlos y qué tan pronto.
Pfizer y su rival Moderna le pidieron esta semana a los reguladores estadounidenses que autorizaran versiones modificadas de su vacuna de refuerzo: inyecciones que tienen la mitad de la receta original y la mitad de protección contra la BA.4 y la BA.5, las variantes más nuevas de Ómicron.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) solicitó esa receta a finales de junio, y ahora está evaluando lo que los científicos llaman una “vacuna bivalente”. Se prevé que pronto emita una decisión.
PFIZER Y MODERNA PIDIERON AUTORIZACIÓN PARA USO DE EMERGENCIA A LOS REGULADORES ESTADOUNIDENSES
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El gobierno del presidente Joe Biden espera que los refuerzos actualizados puedan ayudar a contrarrestar un aumento invernal del COVID-19 en una población cansada del virus... y de las vacunas.
Sin embargo, aunque la primera modificación que se le hace a estas vacunas es trascendental, se trata más de un paso que ya se veía venir —similar a la actualización de las vacunas contra la influenza cada año— que de una verdadera vacuna de nueva generación.
“Necesitamos dar un conjunto de expectativas claras y orientadas al futuro”, dijo el inmunólogo E. John Wherry, de la Universidad de Pensilvania, que compara los ajustes a las vacunas con la actualización periódica del software de las computadoras.
¿POR QUÉ LA FDA ORDENÓ LAS VACUNAS COMBINADAS?
La variante BA.5 es actualmente la causante de casi todas las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos y en gran parte del mundo. Las vacunas actuales contra el COVID-19 están diseñadas para repeler a la variante del coronavirus que circuló en los primeros meses de 2020.
Y aunque esas vacunas siguen ofreciendo una fuerte protección contra enfermarse de gravedad o morir por COVID-19, son poco eficaces contra los contagios de la familia de Ómicron, que ha pasado por mutaciones radicales.
La apuesta es que el BA.5, o algo similar, aún esté circulando cuando llegue el clima frío, por lo que las vacunas combinadas serán una buena opción. Las vacunas se enfocan en la proteína de la espiga que recubre el coronavirus, y las espigas de BA.4 y BA.5 son idénticas, aunque esas variantes difieren en otros aspectos.
¿CÓMO SE PROBARON LAS VACUNAS MODIFICADAS?
Pfizer y Moderna estudiaron un ajuste anterior a sus vacunas dirigido al Ómicron original, denominado BA.1, que surgió el invierno pasado, además de otras variantes anteriores.
La FDA utilizará los datos de las pruebas en humanos de las dosis modificadas de la BA.1, y las pruebas en ratones de la versión enfocada en la BA.5, para decidir si la última actualización estimula lo suficiente los anticuerpos que combaten el virus como para justificar otra inyección.
Sin embargo, los datos sobre el último ajuste llegarán en los próximos meses, para ayudar a evaluar el valor de las inyecciones modificadas. Moderna ha iniciado un estudio en humanos de su vacuna combinada BA.5; Pfizer y su socio BioNTech esperan iniciar pronto un estudio similar.
¿FUNCIONARÁN MEJOR?
Nadie lo sabe. El doctor Paul Offit, experto en vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia y asesor de la FDA en materia de vacunas, dijo que el incremento en los anticuerpos generado por esa candidata anterior ajustada contra el BA.1 era “decepcionante”.
“Lo que el gobierno nos está pidiendo que hagamos es que aceptemos esta vacuna bivalente como significativamente mejor” que otra dosis de la vacuna actual, comentó. “Estaría bien que hubiera datos que respaldan eso”.
Además, los anticuerpos disminuyen con el tiempo. Es por eso que la protección contra las infecciones no dura tanto como la protección contra enfermar de gravedad, que depende de una parte diferente del sistema inmunitario, sus células “de memoria”.
Aun así, las vacunas actuales ya están tan anticuadas que tiene sentido actualizarlas, dijo el doctor Walter Orenstein, de la Universidad Emory, ex director de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Aunque le gustaría ver más datos, tiene previsto recibir el nuevo refuerzo.
¿QUIÉN DEBERÍA RECIBIR UNA VACUNA ACTUALIZADA?
Eso depende de los CDC, que han convocado una reunión de sus influyentes asesores en materia de vacunas para el jueves y el viernes próximos con el fin de que ayuden a tomar una decisión.
Pfizer quiere ofrecer sus refuerzos actualizados a todas las personas mayores de 12 años que ya hayan recibido una primera serie de la vacuna actual, mientras que Moderna sólo ha solicitado su uso para adultos. Los CDC determinarán si las personas con mayor riesgo deben recibirlo primero.
Un plan de distribución de vacunas por parte del gobierno prevé que las personas que ya han recibido sus vacunas iniciales puedan ser elegibles para una de las nuevas vacunas combinadas, independientemente del número de refuerzos que ya hayan recibido.
¿CUÁNDO DEBERÍAN RECIBIR EL NUEVO REFUERZO LAS PERSONAS ELEGIBLES?
Una vez más los CDC intervendrán, luego de sopesar cuántas dosis estarán disponibles en septiembre frente a las que estarán disponibles más adelante en el otoño. El gobierno de Biden ha comprado más de 170 millones de dosis.
Pero los inmunólogos advierten que no hay que ir por una nueva inyección si se ha recibido recientemente una dosis de la vacuna original o si uno se contagió hace poco. Esto se debe a que si la persona todavía tiene muchos anticuerpos en el torrente sanguíneo, éstos reconocerán y atacarán a los nuevos anticuerpos que se supone que esa dosis de vacuna debe producir.
Por lo tanto, si ya se ha puesto un refuerzo en julio o agosto y luego busca la nueva vacuna combinada en septiembre, “recibirá muy poco refuerzo adicional de eso”, explicó Wherry. Recomendó esperar de cuatro a seis meses.
Los estadounidenses han sido renuentes a mantenerse al día en sus vacunas contra el COVID-19.
Mientras que tres cuartas partes de los estadounidenses de 12 años o más se han vacunado por primera vez, sólo la mitad se ha puesto la primera vacuna de refuerzo, considerada crucial para obtener la mejor protección contra las variantes.
Y sólo un tercio de las personas de 50 años o más a las que se aconsejó una segunda dosis de refuerzo cuando llegó el Ómicron acudieron a ponérsela.