Aunque poco usual, los bañistas que visiten playas en Texas pueden encontrarse con pequeños animales denominados “dragones azules” este verano que pueden ser peligrosos.
“Estas criaturas se llaman comúnmente dragones azules y son una especie de babosa de mar o nudibranquio (Glaucus atlanticus). Nadan boca abajo para mostrar su color azul y blanco que se usa como camuflaje en su hábitat natural en el océano abierto”, dijo Mark Fisher, el director de Ciencias de la Pesca Costera.
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Según Fisher, los dragones azules no suelen encontrarse en las playas, pero los fuertes vientos marinos en la primavera los empujan hacia las aguas cercanas a la costa y hacia las playas.
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Las autoridades alertan sobre no tocarlos. Aunque son curiosos y llamativos, se alimentan de carabelas portuguesas, que tiene una apariencia de medusa y contienen toxinas.
“La picadura del dragón azul es dolorosa… el dragón azul básicamente mata a las carabelas portuguesas y luego roba sus toxinas punzantes para reutilizar esas toxinas en un arma defensiva. Se recomienda no recoger dragones azules en la playa por este motivo”, recomienda Fisher.
Asimismo, explican que, si te pica un dragón, debes tratarlo como lo harías con una picadura de medusa con vinagre. Esto ayuda a neutralizar el compuesto ácido del veneno en la picadura.
Este animal no es venenoso por sí solo, sino que almacena las toxinas de su presa para poder liberarlas en el futuro cuando se sienta amenazado.
Así que, si ves este animal, tómale foto, pero no te acerques.
