El mandatario se mostró visiblemente molesto por la nueva masacre escolar que cobró la vida de 19 niños en una escuela primaria en Uvalde, Texas.
Una pequeña ciudad de 15,000 habitantes se convirtió esta semana en el epicentro de una de las peores masacres escolares en la historia de Estados Unidos.
Se trata de Uvalde, una comunidad en Texas ubicada a solo 50 millas al este de la frontera sur con México y a 80 millas al oeste de San Antonio.
Hasta antes de este martes, cuando un joven de 18 años abrió fuego en una escuela primaria y cobró la vida de 19 niños y dos maestras, Uvalde era una ciudad casi que desconocida para la mayoría de los habitantes del país.
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Ahora figura en los principales medios de comunicación de todo el mundo y pasará a la historia por la peor masacre escolar en Texas y la segunda más mortífera en Estados Unidos, después de Sandy Hook.
La pequeña ciudad ubicada en el condado Uvalde está conformada en su gran mayoría por latinos. Según el censo del 2020, el 81% de su población es hispana o latina.
Es tal la predominancia de los hispanos, que el letrero principal de la escuela Robb Elementary tiene una palabra tanto en inglés y como en español (Welcome, bienvenidos), y la mayoría de los restaurantes en Uvalde son mexicanos.
De acuerdo con los datos de la Oficina del Censo, el ingreso promedio anual de las familias en Uvalde es de $41,000 y se calcula que el 21% de su población vive bajo condiciones de pobreza.
Además, el precio promedio de la renta en esta ciudad es de $780.
Después del martes, entrará al sangriento listado de las ciudades con los peores tiroteos escolares en EEUU.
